Evolución de las cubiertas vegetales sembradas en las choperas de Camarillas, con el proyecto Fluviatilis

Casi un año después de que ANSE sembrara cubiertas vegetales con leguminosas entre las jóvenes choperas del embalse de Camarillas, se observa un crecimiento óptimo en las zonas donde se usaron semillas puras sin mezclar, resultando menor el crecimiento en las zonas donde se combinaron dos especies diferentes.

Estas cubiertas vegetales, sembradas en el marco del Proyecto Fluviatilis, reverdecen las choperas, aumentando la biodiversidad de la zona y ayudando a los polinizadores. Además, estas también aportan otros servicios ecosistémicos como la fijación de nitrógeno atmosférico al suelo o la disminución de escorrentías y erosión.

Entre las especies que han brotado con mayor facilidad destacan la esparceta (Onobrychis viciifolia) y el trébol rojo (Trifolium pratense), leguminosas que soportan bien las sequías, típicas del clima semiárido de la Región de Murcia.

T1C2 Onobrychis viciifolia T3E4 Onobrychis viciifolia con Lotus corniculatus T1B3 Trifolium pratense rozeta FOTO: ANSE (C)

El pasado invierno, ANSE sembró seis especies diferentes de leguminosas bajo las choperas (Populus sp.) plantadas en los márgenes del embalse de Camarillas, en el marco del proyecto Fluviatilis. Esta actuación tiene como objeto apoyar el crecimiento de estos árboles, mejorando el suelo y evitando la erosión, además de aumentar la biodiversidad de la zona, atrayendo polinizadores y actuando como corredor verde.

Las especies de leguminosas escogidas para reverdecer las choperas del embalse de Camarillas fueron las siguientes: el trébol rojo (Trifolium pratense), el trébol blanco (Trifolium repens), el caracolillo (Medicago scutellata), la alfalfa de secano (Medicago polymorpha), la esparceta (Onobrychis viciifolia) y el trébol de cuernos (Lotus corniculatus).  

Estas leguminosas se sembraron siguiendo diferentes tratamientos, de forma que se plantaron parcelas de semillas puras de cada una de estas especies, y parcelas donde se fueron mezclando semillas de dos especies.

Por el momento, las zonas donde se plantaron semillas de una única especie han presentado un mayor éxito de crecimiento, mientras que la germinación ha sido inferior cuando los tratamientos implicaban la mezcla de dos especies diferentes. 

Entre las especies que han brotado con mayor facilidad destacan la esparceta (Onobrychis viciifolia) y el trébol rojo (Trifolium pratense), leguminosas que soportan bien las sequías, típicas de climas semiáridos como el de la Región de Murcia. Se estima que el escaso éxito de otros tratamientos se debe a las dificultades tenidas para poder regar periódicamente la zona, lo que ha obstaculizado el desarrollo de plantas de climas más húmedas como el trébol blanco (Trifolium repens) y que requiere más cantidad de agua. La entrada de ganado a la zona sembrada puede haber sido también clave para limitar este crecimiento.

En este contexto, las leguminosas han tenido que enfrentarse a la falta de riego en un entorno semiárido, a un verano caluroso con escasas precipitaciones, a episodios de lluvias torrenciales y al pastoreo. A pesar de estas dificultades, la mayoría de las especies sembradas han logrado brotar en las zonas que no se han mezclado semillas.

Por ello, se considera que la siembra de estas cubiertas vegetales en las choperas del embalse de Camarillas ha sido una acción exitosa, teniendo en cuenta las contribuciones ecosistémicas que estas plantas aportarán al mejorar la fertilidad del suelo, a través de la fijación de nitrógeno, gracias a su asociación con bacterias del género Rhizobium. Esto mejora la disponibilidad de nitrógeno en el suelo, lo que favorecerá el desarrollo de las choperas, evitando el uso de abonos o fertilizantes sintéticos. Además, las leguminosas tienen un tiempo determinado de vida, suponiendo un aporte de materia orgánica adicional al suelo.

Por otro lado, estas cubiertas ayudan a controlar la erosión hídrica, mejorando la estructura del suelo. Además, sus raíces ayudan a forjar una estructura del suelo más sólida, incrementando su estabilidad y evitando su compactación. Asimismo, las cubiertas retienen agua reduciendo el estrés hídrico que puedan llegar a tener en algún momento las choperas.

Además, la existencia de cubiertas vegetales entre las choperas supone un aumento de la biodiversidad, puesto que estas atraen una mayor diversidad de insectos polinizadores y fauna auxiliar asociada a estos (como aves o murciélagos depredadores de plagas), disminuyendo el uso de plaguicidas y contribuyendo a un ecosistema más equilibrado.

Finalmente, la siembra de cubiertas vegetales puede calificarse como una medida contra el cambio climático, debido a que tanto las leguminosas como los chopos actúan como sumideros de carbono, contribuyendo a la captura de CO₂ y reduciendo el impacto de gases de efecto invernadero.

El proyecto Fluviatilis se beneficia de una convocatoria de ayudas, impulsada por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), para grandes proyectos transformadores de índole científico-técnica enfocados a la promoción de la bioeconomía y la contribución a la transición ecológica, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) financiado con los fondos NextGenerationEU

#fluviatilis #proyectosPRTR #NextGenerationEU

Para saber más:

BENEFICIOS DE CADA ESPECIE DE LEGUMINOSAS PLANTADAS EN LAS CHOPERAS DE CAMARILLAS

Trébol rojo (Trifolium pratense). Fija nitrógeno al suelo, y se descompone de forma rápida, suponiendo un aporte importante de materia orgánica a este. Su follaje es abundante, ocupando bastante espacio, por lo que también evita el crecimiento de “malas hierbas”.

Trébol blanco (Trifolium repens). Ayuda a reducirla erosión, creando una buena cobertura en el suelo que también consigue retener la humedad de este. Además, al ser perenne, proporciona una cobertura continua al suelo a largo plazo.

Carretón/ caracolillo (Medicago scutellata). Ayuda a la fijación de nitrógeno al suelo y mejora la estructura de este, promoviendo la infiltración de agua y reduciendo la compactación. Es una planta anual que se descompone rápidamente, aportando nutrientes a la tierra.

Alfalfa de secano (Medicago polymorpha). Es resistente a la sequía y mejora los suelos pobres, ya que posee una raíz profunda que ayuda a descompactar el suelo, mejorando la absorción de agua.

Esparceta (Onobrychis viciifolia). Aporta nitrógeno al suelo, y resiste en suelos secos y pobres.  Ayuda al control de la erosión y a la mejora el suelo a largo plazo.

Trébol de cuernos (Lotus corniculatus). Es un excelente fijador de nitrógeno y resistente a la sequía. Además, atrae polinizadores y promueve la biodiversidad en el ecosistema.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.