¿El búho chico una especie en expansión?

Hace pocas décadas, la observación de algún ejemplar de búho chico en el Campo de Cartagena constituía una cita ornitológica destacable por su rareza. La mayoría de los avistamientos solían producirse durante el invierno, cuando ejemplares juveniles y/o invernantes llegaban a la Comarca empujados por el frío y la búsqueda de alimento.

El búho chico era también, hasta hace pocas décadas, una de las especies de aves rapaces más escasas de la Región de Murcia. Sin embargo, desde hace aproximadamente unos 15 años, diversos naturalistas han venido comprobando la aparición de parejas reproductoras de la especie, primero en las zonas arboladas y de monte bajo de las montañas que separan el Campo de Cartagena de la Vega del Segura, y más recientemente en diversos puntos del entorno del Mar Menor y Sur del Campo de Cartagena.

Aunque aún no se ha realizado ningún trabajo que intente evaluar las causas por las que se ha producido este aparente y rápido incremento de la población de búho chico en el Campo de Cartagena y otros lugares de la Región, lo cierto es que los agricultores cuentan con un aliado incomparable en el control de determinadas especies animales que pueden ser perjudiciales a la agricultura. El biólogo Mario León ha analizado el contenido de un pequeño número de egagrópilas (bolas regurgitadas con restos de las presas: huesos, plumas y pelo) encontradas en dormideros de búho chico del Campo de Cartagena, que demuestran el elevado consumo de pequeños roedores como los topillos, que ocasionalmente pueden ser perjudiciales para la agricultura, además de pequeñas aves entre las que destaca el gorrión común.

Durante el día de hoy, la empresa de Jardinería Xilema ha hecho entrega a ANSE de tres pollos de búho chico procedentes del Campo de Cartagena, encontrados en el suelo (tras caer de un árbol) mientras realizaban trabajos de mantenimiento de una zona ajardinada. Los animales permanecerán durante un tiempo en el Centro de Recuperación de Fauna de El Valle, y ANSE ha propuesto a la Comunidad Autónoma que luego sean liberadas en fincas agrícolas del Campo de Cartagena, mediante el método de suelta progresiva, con la colaboración de los agricultores.

Casualmente, esta misma mañana técnicos del Centro de Recuperación de Fauna de la Región de Murcia también han recogido varios pollos de esta misma especie encontrados en Fuente Álamo, y un biólogo de ANSE ha comprobado la reproducción del búho chico en una finca gestionada por la Fundación Sierra Minera en el Municipio de La Unión.

En algunos lugares del entorno del Mar Menor, como se observa en la fotografía adjunta tomada en las inmediaciones del Monasterio de San Ginés de La Jara hace unos días, la proliferación de topillos podría constituir una amenaza para algunos cultivos, aunque la presencia en la zona de predadores naturales como la lechuza común, el búho chico o el cernícalo vulgar, incluso de aves acuáticas y marinas como la garcilla bueyera y la gaviota patiamarilla, contribuyen a mantenerlos en niveles aceptables para la agricultura.

Precisamente estos días la Asociación de Naturalistas del Sureste está impartiendo sendos cursos de mejora de la biodiversidad y de la fauna silvestre en explotaciones agrícolas del Campo de Cartagena, con el apoyo de la Fundación Biodiversidad a través del Programa EmpleaVerde, cofinanciado por el Fondo Social Europeo (acciones gratuitas cofinanciadas por el FSE).

ANSE quiere llamar la atención de los agricultores y propietarios de terrenos del Campo de Cartagena para que respeten y protejan a las rapaces nocturnas, al igual que otros predadores diurnos, que constituyen los mejores aliados en el control de muchas especies perjudiciales para los cultivos, y un síntoma de buena salud de sus campos. Ahora que algunas especies recuperan territorios en los que antes fueron comunes, es bueno que todos conozcamos de su existencia junto a nosotros, y hagamos lo posible para evitar las acciones que pueden eliminarlas nuevamente. Si se practica de forma adecuada, la agricultura intensiva puede ser compatible con la conservación de muchos valores naturales, la flora y la fauna silvestres, y seguir generando alimentos de calidad y economía sostenible durante muchas generaciones.

Acciones gratuitas cofinanciadas por el FSE