ANSE establece una Reserva en las cumbres de la Sierra de Villafuerte (Moratalla)

  • La Hoya Lóbrega, con casi 60 ha, pasa a formar parte de la Red de Reservas de la Fundación ANSE, sumando un ecosistema forestal de alta montaña.
  • La reserva cuenta con enormes valores ambientales, entre los que se encuentran masas forestales de pino salgareño y otros hábitats de interés comunitario, diversas especies de flora protegidas, poblaciones de anfibios amenazados y murciélagos forestales. Además, se trata de un enclave de gran interés para el abastecimiento de agua potable a la población. La puesta en marcha de esta iniciativa ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Estrella de Levante, así como de la empresa de alimentación ecológica Naturgreen.

La Fundación ANSE ha establecido recientemente un arrendamiento a largo plazo con derecho a compra sobre la Hoya Lóbrega (Moratalla), una extensa zona de casi 60 ha de alta montaña (por encima de los 1.500 msnm) situada en las cumbres de la Zona de Especial Conservación “Sierra de Villafuerte”. La reserva cuenta con una paisaje kárstico de calizas y dolomías, así como zonas margosas, con extensas masas forestales de pino salgareño (Pinus nigra), orlas arbustivas y extensos cultivos de nogales. Mención especial requieren los tomillares sobre dolomías de alta montaña que atesoran un gran número de endemismos vegetales como el tomillo (Thymus funkii subsp. sabulicola). Además, en la finca existen varios nacimientos y masas de agua. Precisamente, la reserva se encuentra en la cabecera del Arroyo Blanco, que forma parte de la cuenca del Taibilla, rio que aporta una parte muy relevante del agua potable a una población de 1,5 millones de habitantes.

Adicionalmente, la Hoya Lóbrega cuenta con señalados valores botánicos, como algunos ejemplares veteranos de pino salgareño (Pinus nigra) y masas en regeneración a partir de estos. Estos bosques están considerados como hábitats de interés comunitario prioritarios por la Directiva Hábitats. Además, se presentan en la zona hasta ocho tipos de hábitats de interés comunitario. Otro valor destacable de la finca es la presencia de flora protegida ya que se encuentra en uno de los lugares con mayor concentración de este tipo de plantas de la Región de Murcia (al menos se conocen 36 especies en la zona). A falta de un inventario detallado de las parcelas, ya se ha registrado, entre otros, la presencia de saucos (Sambucus nigra), agracejos (Berberis hispanica), arces (Acer granatense), serbales (Sorbus domestica), guillomos (Amelanchier ovalis), majuelos (Crataegus monogyna), enebros y sabinas diversos (Juniperus sp.) así como una buena representación de endemismos de dolomías.

No de menor importancia son las comunidades faunísticas. Así, la finca cuenta con varias masas de agua que albergan poblaciones reproductoras de anfibios, tales como el endémico sapo partero bético (Alytes dickhilleni) y la amenazada salamandra de Sierra Morena (Salamandra salamandra morenica), junto con el sapillo moteado (Pelodytes punctatus) o las más frecuentes ranas comunes, así como sapos comunes y corredores. Otro grupo de especial interés para la conservación son los murciélagos: hasta la fecha, ya se han citado, al menos, 11 especies, incluyendo el raro murciélago de bosque (Barbastella barbastellus). La abundancia de ungulados como la cabra montés (Capra pyrenaica) o la potencialidad para la recolonización del quebrantahuesos (Gypaetus barbatus), que ya frecuenta estas zonas altas de Moratalla, son otras singularidades de la zona. Finalmente, la finca incluye un yacimiento arqueológico de época prehistórica.

En el marco del proyecto a desarrollar en los próximos años, se pretende abordar la protección y conservación de las fuentes y puntos de agua de la finca, junto con el manejo forestal, lo que contribuiría a garantizar los servicios ecosistémicos de la finca como el abastecimiento de agua potable de calidad a la población o la fijación de carbono. El mantenimiento de los cultivos de nogales, junto con la recuperación de los elementos botánicos y faunísticos valiosos o la puesta valor de su geología serán otras de las iniciativas. Todas estas acciones pretenden mostrar a la sociedad la importancia de las zonas de montaña para el bienestar humano y su fragilidad en un escenario de cambio climático.

Esta nueva iniciativa de conservación ha sido puesta en marcha gracias al soporte económico de la Fundación Estrella de Levante y de la empresa de alimentación ecológica NATURGREEN, en el marco de sus respectivos programas de Responsabilidad Social Corporativa.

Hoya Lóbrega supone la novena reserva de la Fundación ANSE, entidad que gestiona las reservas establecidas por la asociación desde la década de los 90 del siglo pasado. Además, la asociación ostenta actualmente la titularidad de algunas reservas como Salinas de Marchamalo o la Raja en El Hondo.