En el pasado Consejo Asesor de Caza y Pesca Fluvial, la Comunidad autónoma aportó datos relativos al resultado de la Orden de emergencia cinegética por conejo que ponen de manifiesto que la medida era desproporcionada y ha sido ineficaz.
Además, el citado informe apunta en el mismo sentido que los planteamientos de los conservacionistas en el Consejo Asesor.
La Orden de 22 de agosto de 2011, declaró una Comarca de Emergencia Cinegética Temporal para la prevención de daños agrícolas causados por la proliferación de conejos en buena parte de la Región.
Esta Orden fue valorada muy negativamente por las organizaciones conservacionistas por entender que no estaba suficientemente justificada, que carecía de mecanismos de control suficientes y que, en caso de llevarse a cabo en los términos planteados inicialmente, supondría un riesgo para los ecosistemas.
Posteriormente, ANSE ha venido denunciando la incorrecta aplicación de esta Orden, pues las organizaciones conservacionistas no han sido convocadas para la delimitación de las zonas de aplicación en la mayor parte de los municipios.
En todo caso, la Dirección General de Medio Ambiente entregó, en el pasado Consejo Asesor de caza y Pesca fluvial, el documento “Seguimiento de las poblaciones de conejo (Oryctolagus cuniculus) en la Región de Murcia” que aportaba los resultados obtenidos a través de la Orden de emergencia cinegética, así como datos reales de la situación del conejo en diversos lugares de la Comunidad Autónoma.
En primer lugar, llama la atención la reducción que se ha producido en los dos últimos años en el número de autorizaciones y de conejos capturados mediante permisos especiales por daños que ha pasado de 13.000 conejos en 146 permisos en 2010 a 9.600 conejos en 123 permisos en 2011.
Precisamente, ANSE advirtió en el Consejo Asesor que los datos de campo directos e indirectos sobre la situación del conejo apuntaban a un cierto descenso de sus poblaciones en los últimos años.
Asimismo, el informe de la Comunidad Autónoma reconoce que
“En general, el uso de los permisos por daños autorizados por los Agentes Medioambientales tras la inspección de la zona es la medida más eficaz para realizar un control de la afección de la especie a los cultivos con independencia del carácter cinegético o no de los terrenos”
Precisamente, esta fue una de las reivindicaciones de los grupos conservacionistas en el Consejo Asesor que trató la emergencia cinegética.
Por otro lado, resulta particularmente llamativo que la Orden sólo se ha desarrollado (mediante la delimitación de zona de aplicación) en 7 de los 15 municipios previstos inicialmente. Además, sólo se dispone de los datos de captura en dos municipios (Lorca y Ulea) que supondrían unos 1.100 conejos (frente a los 9.600 ejemplares que se cazaron ese mismo año a través de los permisos especiales por daños).
Los datos anteriores demuestran por un lado que no se ha controlado adecuadamente la aplicación de la Orden, pues se carece de los datos de la mayor parte de los municipios, y que, a juicio de ANSE, la situación no era tan grave como inicialmente se había planteado.
Además y en el contexto de ese informe, se han realizado 11 censos mediante IKA (Índices kilométricos de Abundancia, se anota el número de ejemplares avistados por km en unas condiciones estandar) por la Región de Murcia. El citado censo muestran que sólo se detectaron densidades muy altas de conejo (de 5 a 10 conejos /km ) en los itinerarios de Totana, Lorca y Cartagena en su límite con Fuente Álamo, mientras que se obtuvieron resultados particularmente bajos (< 1 conejo /km) en Librilla y Torre Pacheco.
Los datos anteriores no permiten, a juicio de las organizaciones conservacionistas, proponer medidas de gestión excepcionales con carácter general tal y como se ha venido haciendo. Desgraciadamente, el informe incluye un apartado de medidas de gestión que poco tiene que ver con los datos aportados. Así, la Orden de Vedas de la temporada 2012-2013 incluye un periodo de caza excepcional del conejo en Torre-Pacheco, donde los itinerarios muestran que la presencia de la especie es muy reducida, o en municipios donde no hay datos (Mazarrón, San Javier).
ANSE lamenta que a pesar del fracaso de la emergencia cinegética, la Comunidad Autónoma deje la puerta abierta a declararnuevamente dicha situación en 2012.
Por todo lo anterior, la Asociación propone que se trabaje con los agricultores en encontrar soluciones alternativas para minimizar los daños por la fauna silvestre y se adopten medidas tendentes a recuperar la funcionalidad de los ecosistemas, por ejemplo, mediante fuentes de alimentación alternativa para los conejos o favoreciendo a los depredadores.
En los casos donde existan efectos negativos sobre los cultivos, estos deberían corregirse por la vía de los permisos por daños previa comprobación de los Agentes medioambientales y no mediante órdenes de emergencia cinegética o medidas excepcionales que apenas son controladas por la Administración.