Esta semana personal de ANSE ha realizado trabajos de mantenimiento de la repoblación de bosque de ribera del meandro de Las Norias, Beniel. Este bosquete es el fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Beniel y ANSE.
Esta semana personal de ANSE ha estado realizando trabajos de mantenimiento en la plantación de bosque de ribera del meandro de Las Norias, Beniel. Esta pequeño bosquete ha sido creado por ANSE en colaboración con el Ayuntamiento de Beniel, y es el resultado del trabajo conjunto entre ambas entidades a través de acuerdos de colaboración que se han ido sucediendo desde 2018.
Los trabajos de mantenimiento desarrollados se han centrado en el desbroce de rebrotes de caña (Arundo donax) y carrizo (Phragmites australis) con la intención de disminuir la competencia con los plantones introducidos mientras estos cogen el porte suficiente para poder competir con estas especies. El objetivo final es que las nuevas plantaciones acaben desplazando a la caña por sombreo.
Entre las especies implantadas se encuentran los álamos blancos (Populus alba), olmos (Ulmus minor), fresnos (Fraxinus angustifolia), almeces (Celtis australis), baladres (Nerium oleander), sauzgatillos (Vitex agnus-castus) y algunos sauces de diferentes especies (Salix sp. pl.). Además, se prestó especial atención a ejemplares de especies típicas del bosque de ribera que se encontraban presentes en el momento de iniciar la actuación, como es el caso de varios ejemplares de caña judía (Arundo micrantha), especie de caña autóctona que entre otros lugares se encuentra presente en la Vega Baja del Segura (Región de Murcia y Provincia de Alicante).
Los trabajos para crear este bosque se iniciaron en 2018 con la intención de eliminar de este tramo del río Segura las manchas de caña (Arundo donax) , considerada una de las plantas exóticas invasoras más dañinas del mundo y de España, y recuperar los servicios ecosistémicos de este ecosistema así como el paisaje y biodiversidad original de este tramo del río. Hoy día este nuevo bosque de ribera es una realidad, quedando patente la posibilidad de recuperar espacios naturales degradados gracias a la colaboración entre entidades locales y ONGs.
