Microplásticos en nuestras costas

Un vertido de pequeñas bolitas de plástico ha hecho saltar las alarmas esta semana en las playas mediterráneas del Parque Regional Salinas de San Pedro

El pasado lunes 12 de agosto la playa de La Llana, en San Pedro del Pinatar, amaneció con la orilla cubierta de pequeñas bolas de poliestireno expandido, un plástico espumado conocido comúnmente como corcho blanco. Este material es muy utilizado para fabricar bandejas para la venta de alimentación, cajas para pescado y rellenos protectores para embalajes. En forma de pequeñas bolas también es utilizado como aislante en construcción.

Aunque a simple vista son muy similares, se trata de partículas diferentes a los pellets que ya vimos llegar a las costas de Galicia la pasada navidad tras el vertido del buque «Toconao». Mientras que los pellets son bolitas de plástico duro (es la materia prima con la que se fabrican los objetos de plástico), el poliestireno es blando, más ligero y recupera su forma tras comprimirlo.

Bolitas de poliestireno expandido mezclado con los arribazones naturales de la planta marina Posidonia oceanica (Foto: ANSE)

La dificultad para conocer el origen de este vertido impide imponer las debidas sanciones, por lo que nuestras costas continúan acumulando plásticos y otros residuos provenientes de diversas fuentes. A pesar de que el martes la cantidad de bolitas era visiblemente menor por efecto del oleaje, los residuos permanecen contaminando el medio ambiente y pasan a incrustarse en la arena y los restos vegetales, haciendo su retirada prácticamente imposible.

Este vertido se suma a otros materiales plásticos que llegan regularmente a la costa y que se van convirtiendo en pequeños microplásticos. Y a otros residuos derivados del uso de estos espacios, como colillas y toallitas, muy abundantes en la mayoría de playas. Como la mayoría de los residuos de plástico, estas pequeñas bolas pueden tardar más de 500 años en descomponerse. Mientras permanecen en la naturaleza, provocan la muerte de numerosos organismos que los ingieren al confundirlos con alimento. De ahí, son capaces de entrar en la cadena trófica y llegar a afectar a la salud humana al liberar aditivos químicos.

La Unión Europea estima que diariamente llegan al Mediterráneo 730 toneladas de residuos. Por todos estos problemas en la salud y el medio ambiente, es fundamental disminuir el consumo de plástico y sustituir este material por alternativas sostenibles, como por ejemplo los envases reutilizables de vidrio.

MUESTREO DE MICROPLÁSTICOS
Desde 2020, ANSE se encuentra analizando muestras de agua marina para cuantificar la presencia de estas partículas en nuestras costas y los resultados son alarmantes, ya que se ha encontrado plástico en todas ellas. Las muestras más recientes se recogieron hace dos semanas en varios puntos frente a La Manga del Mar Menor y, a simple vista, ya se puede apreciar la gran cantidad de microplásticos presentes.

Numerosos fragmentos y fibras de plástico encontrados en una muestra recogida frente a La Manga a principios de agosto (FOTO: ANSE)

Esta actividad se realiza en el marco del Proyecto LIBERA, en el que ANSE participa como alianza desde 2017. Se trata de un proyecto creado por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, cuyo objetivo es concienciar y movilizar a la ciudadanía para mantener los espacios naturales libres de basuraleza.

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