La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE), con la colaboración del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de El Valle, libera una pareja de lechuzas en una zona agrícola.
El pasado día 14 de junio, miembros de ANSE y personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Comunidad Autónoma han procedido a la liberación de dos lechuzas comunes que habían sido recuperadas en las instalaciones del Centro en el Parque Regional de El Valle.
Esta iniciativa es continuación de las más de 30 aves liberadas durante 2012 en diversas zonas agrícolas del Campo de Cartagena. Con ello, ANSE quiere llamar así la atención a los agricultores y propietarios de fincas agrícolas para que respeten y protejan a las pequeñas rapaces, que constituyen los mejores aliados en el control de muchas especies perjudiciales para los cultivos, y son un síntoma de buena salud de sus campos.
Ahora que algunas especies recuperan territorios en los que antes fueron comunes, como ocurre con el búho chico en el Campo de Cartagena, es bueno que todos conozcamos de su existencia junto a nosotros, y hagamos lo posible para evitar las acciones que pueden eliminarlas nuevamente. Si se practica de forma adecuada, la agricultura intensiva puede ser compatible con la conservación de muchos valores naturales, la flora y la fauna silvestres, y seguir generando alimentos de calidad y economía sostenible durante muchas generaciones.
Las dos aves han sido liberadas en una finca agrícola situada en La Aljorra, Cartagena gracias a la colaboración de agricultores de Bonduelle Fresco Agrícola, agricultor socio de la cooperativa agrícola Huerta Gama. Varios miembros del departamento técnico y agricultores de dicha cooperativa asistieron a un curso de buenas prácticas en agricultura impartido por ANSE el pasado mes de noviembre y habían manifestado su interés por ayudar a recuperar la fauna y flora autóctona.
Las lechuzas han sido liberadas en una caja nido construida específicamente para ellas y que ha sido instalada en una nave agrícola. Durante más de dos semanas, serán los propios agricultores los que se encarguen de alimentar a los pollos antes de que estos sean capaces de volar y alimentarse por sí mismos. De esta manera, la probabilidad de que estas dos lechuzas se aquerencien a esta zona es mucho mayor que si fueran simplemente liberados cuando ya son adultos.