Comienza la campaña de donaciones para el seguimiento de las tortugas bobas de Calblanque

Hace ya más de un año desde que una hembra de tortuga boba (Caretta caretta) eligiera las cálidas y arenosas playas del Parque Regional Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila para depositar su descendencia, una puesta de 69 huevos, 21 de ellos fértiles. En la actualidad, con más de un kilogramo de peso, esta veintena de jóvenes tortugas, todas ellas macho, nadan libres en mar abierto. Entre medias, un año en cautividad. Un año de cría controlada para asegurar que los retoños alcanzasen un tamaño tal que les sirviera de protección ante las muchas amenazas naturales que afronta la especie durante sus primeros meses de vida.

Tortuga boba nacida en Cala Arturo en 2019 y liberada el 6 de octubre de 2020 en la misma playa ©Victor Orenes/ANSE

Sin embargo, cabe resaltar que la costa de la Región de Murcia no es un lugar histórico de anidación para la especie en el Mediterráneo, que prefiere las cálidas aguas de su cuenca oriental. De hecho, se trata de la primera puesta conocida de tortuga boba en tiempos recientes en nuestro litoral. Por ello, muchos son los interrogantes acerca del futuro de estas jóvenes tortugas, liberadas el 6 de octubre en el mismo lugar donde fueron desovadas. ¿Cómo reaccionaran tras pasar su primer año de vida en cautividad?, ¿hacia dónde irán?, ¿qué rutas tomaran? Para encontrar respuesta a estas y otras preguntas, desde la Asociación de Naturalistas del Sureste se equipó a tres de ellas, Argonauta, Bobico y Caretto, con dispositivos de posicionamiento por satélite, gracias a los cuales será posible seguir la posición de estos individuos en tiempo real y conocer sus movimientos.

Recorrido de Argonauta, Bobico y Caretto, las tres tortugas bobas marcadas por ANSE, desde su liberación hasta el día 2 de noviembre de 2020.

Gracias al empleo de estas técnicas de investigación, punteras en el ámbito del rastreo de fauna silvestre marina, sabemos que Argonauta, Bobico y Caretto se hayan frente a las costas de Argelia. Probablemente alimentándose y ganando peso a base de ingerir gran variedad de taxones marinos, desde crustáceos y moluscos hasta equinodermos, o incluso peces. El conocimiento proporcionado por estos dispositivos resulta fundamental para la correcta gestión de la especie en la zona, ya que nos permite conocer las zonas de cría y alimentación de las jóvenes tortugas bobas durante sus primeros años de su vida en una especie que, hostigada por el cambio climático, buscar ampliar su área de cría y distribución.

Con objeto de dar continuidad a esta labor investigadora, ANSE pone en marcha esta campaña de recaudación con el objetivo de conseguir fondos para seguir estudiando las tortugas marinas de nuestro litoral, y poder contribuir así, a su conservación.