ANSE ha llevado a cabo el desbroce y la solarización de una superficie de 2.200m2 de cañaveral en la finca de La Huertecica, dentro de la Reserva Natural de Cañaverosa, en el marco del proyecto Fluviatilis.
Esta intervención supone el primer paso para eliminar la caña (Arundo donax), una de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, en este espacio protegido, que desplaza a la flora autóctona, alterando todo el ecosistema ripario.
Durante los pasados días ANSE ha llevado a cabo el desbroce y la solarización de una superficie de 2.200 m2 de cañaveral en la finca de La Huertecica, dentro de la Reserva Natural de Sotos y Bosques de Ribera de Cañaverosa, en el marco del proyecto Fluviatilis.
Esta intervención supone el primer paso para eliminar la caña común (Arundo donax) en este espacio natural protegido. La caña común es una Especie Exótica Invasora (EEI) originaria de Asia, que, desplazada por el ser humano, se ha distribuido por gran parte del planeta. Esta especie es especialmente dañina en hábitats riparios, donde se extendiende con gran rapidez, desequilibrando los ecosistemas nativos y ocasionando gran cantidad de problemas ambientales y económicos. Por todo ello, está incluida en el Catálogo de las 100 Especies Exóticas Invasoras más dañinas del mundo.
Tras el desbroce, se ha comenzado con la instalación de una lámina de polietileno de alta densidad (2200 m2), con el objeto de realizar un tratamiento de solarización sobre el rizoma de la caña, ahogando a este por falta de luz y oxígeno, y agotando sus reservas al cabo de un tiempo. Transcurrido al menos 9 o 10 meses, se retirará el plástico y se procederá a la plantación de especies típicas de bosque de ribera.
Los bosques de ribera son imprescindibles para el correcto funcionamiento del ecosistema fluvial, albergando una alta diversidad de especies vegetales y animales, entre ellas algunas protegidas, y cuya distribución depende de la presencia de cauces con agua constante, como es el caso el fresno (Fraxinus angustifolia) o la nutria (Lutra lutra).
Por otro lado, este bosque caducifolio ayuda a mitigar los efectos del cambio climático, siendo un sumidero de carbono y reduciendo la huella hídrica, ya que, la caña invasora consume grandes cantidades de agua en contraste con el bosque de ribera. Gracias a este proyecto, se prevé la fijación de 2.053,25 toneladas de CO2 en 40 años y reducir la huella hídrica en 320 millones de litros de agua al año.
Esta formación vegetal también asegura la estabilidad de las orillas, suponiendo un buen escudo contra las inundaciones, y regulando la temperatura al proporcionar amplias zonas de sombra.
Los bosques de ribera tienen un gran valor ecosistémico, paisajístico, social y económico, siendo necesario su preservación y conservación. Por ello, ANSE, en el marco del proyecto Fluviatilis, está trabajando en la transformación de la finca de la Huertecica en un frondoso bosque de ribera, que dará continuidad a la Reserva Natural Sotos y Bosque de Ribera de Cañaverosa, donde se encuentra le mejor representación a nivel regional de este emblemático ecosistema.
El objetivo de Fluviatilis es conservar y rehabilitar ecosistemas fluviales aumentando su resiliencia al cambio climático y la provisión de servicios ecosistémicos mediante la custodia fluvial, promoviendo la gestión compartida de los ríos y avanzar en la integración y participación de las Administraciones Públicas, los sectores económicos y la ciudadanía general.
El proyecto Fluviatilis cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU.
Más info: Nerea Martínez 651 617 963 Jorge Sánchez 646 011 469