Alejandro Romero Angles, pionero en educación ambiental

Alejandro Romero Angles nació en 1948 en Murcia y estudió Magisterio, profesión que ha desempeñado en diversos colegios de nuestra Región.  

Infancia y juventud

Fotografía de Alejandro sentado en el pie de un árbol.

Tenía unos 7 años cuando, introduciendo su cabeza entre las frondosas macetas de su madre, pensaba que se encontraba en lo más profundo de un espeso bosque. En tan curiosa posición, se entretenía observando las hormigas y escarabajos. Este sería el primer “ecosistema” que le interesó y que comenzó a explorar con toda la curiosidad de un niño sorprendido por la naturaleza que tenía más cerca. Así que, en ese rincón  de macetas húmedo, tranquilo, con olor a bosque, a hierba buena y a jazmín es donde comenzó su sencillo camino de naturalista.

El segundo gran paso lo dio cuando descubrió que donde terminaban las casas del pueblo donde veraneaba con su familia, comenzaba una hermosa llanura cubierta de vegetación de saladar y donde las calandrias y cogujadas eran sus principales habitantes.

Lo primero fue conseguir unos buenos prismáticos y posteriormente una guía de pájaros con los que caminaba por el bosque o las playas. Pronto descubrió que no era él solo el que estaba interesado en conocer el mundo natural cercano y así entabló amistad con otros jóvenes que dedicaban su tiempo libre a contemplar e investigar la Naturaleza murciana: José Damián Navarro, Pedro Talavera, Juan Manuel Ibáñez, Antonio Gómez… se convirtieron en seguida en compañeros de viaje.

En 1973 , recién estrenada su carrera de Magisterio, fundó junto a esos amigos la Asociación de Naturalistas del Sureste, ANSE (ostenta el carnet de socio número 4). Su primer cargo en ella fue el de tesorero. Nada más alejado de sus intereses en ese momento, pero aceptó de buen grado la propuesta de sus compañeros.

En 1975, ocupó la vocalía de Divulgación. Impartieron las primeras charlas en centros escolares, participaron en programas radiofónicos, realizaron las primeras publicaciones de la asociación como el Boletín Informativo. Entre esas dos fechas, se inicia la recuperación de aves silvestres en la Casa Forestal de “El Valle” que dice recordar perfectamente, como si hubiese sido ayer: el grupo participó en la liberación de un águila real en pleno bosque de La Carrasca de Sierra Espuña, con la valiosa colaboración de la guardería forestal.

Educación ambiental desde la escuela

Fotografía de Alejandro.

Poco a poco, su actividad de campo fue cada vez más intensa, la práctica de la fotografía, especialmente la macro, facilitaron que su afición naturalista la pudiese llevar a la escuela.

De este modo, confeccionó su “Programa de Educación Ambiental” que, con el oportuno visto bueno de los Consejos Escolares, las Asociaciones de Padres y permisos necesarios, llevó por todos los colegios en los que trabajó, muy especialmente, en la querida población de Barqueros, donde pasó la mayor parte de su vida profesional.

Parejo a esta actividad de Educación Ambiental en la Escuela, la práctica del montañismo y el ciclismo le proporcionaron vivencias tan interesantes que confeccionó una serie de diaporamas que sirvieron de motivación para muchas generaciones de sus alumnos, tales como “Vuelta al Mar Menor en Bicicleta” (no en vano desde 1985 y durante 25 años, daba todos los veranos la vuelta en bicicleta al Mar Menor  para denunciar en los periódicos los diversos atentados que recibía este espacio natural), “Contaminación en la Región de Murcia”, “Entre cero y dos mil metros”, “El agua y la erosión en la Región de Murcia”, etc.

Estos diaporamas, acompañados de sus correspondientes charlas, los proyectó no solo para sus alumnos, sino también en Centros Culturales, Centros de la mujer, Aulas de Cultura y todo tipo de asociaciones culturales.

Ecologismo Activo

En 1980, la asamblea de ANSE lo nombró presidente y, como tal, fue invitado a la Jornada sobre alternativas para el Mar Menor, organizada por la Consejería de Ordenación del Territorio, Medio Ambiente y Urbanismo. Jornada en la que participaron importantes conferenciantes como Francisco López Bermúdez, Luis Ramírez Díaz, Francisco Faraco Munuera, Pedro Costa Morata, Miguel Ángel García Dory, entre otros. Era la etapa del gobierno regional socialista.

Como presidente de ANSE, tuvo la gran satisfacción de participar en dos grandes eventos: la creación de la CODESSAP (Coordinadora para la defensa de las Salinas de san Pedro del Pinatar), con el consiguiente gran éxito que supuso la creación del actual Parque Natural. Y también en el ingreso de ANSE en la CODA (Coordinadora para la Defensa de las Aves).

Durante varios años, desarrolló diversas actividades medioambientales en el Club “Los Linces” de Murcia (Adena Juvenil), creando la Sección de Montaña del mismo que sirvió de “escuela” de naturaleza para muchos jóvenes murcianos. En 1982, la asamblea general de Los Linces lo distinguió con el título de Socio Ejemplar.

En 1991, fue nombrado Coordinador de la Sección de Educación Ambiental de ANSE y organizó las “Tertulias Naturalistas” los viernes en los locales de ANSE, en las que participaron relevantes personajes relacionados con el mundo de la naturaleza. Curiosamente, a la tertulia dedicada a la caza asistió el concejal Gonzalez Barnés.

Durante tres años consecutivos, fue el organizador de las Jornadas sobre Educación Ambiental promovidas por ANSE.

En el 2002, fue nombrado Presidente de la Delegación Local de ANSE Murcia, que se había nutrido de los componentes del Club “Los Linces” de Murcia. De esa época, hay que recordar los “Domingos en el Sequén”, con actividades para familias con niños; “Operación Sequén”, un intento de mejorar aquellas instalaciones en el P.N. de El Valle, y numerosas actividades de Educación Ambiental con la participación de colegios.

Portada del libro "Vientos de otoño"
Portada del libro «Vientos de otoño»

En los últimos tiempos, participó en actividades como “Seminario de Custodia del Territorio”,  “Biodiversidad en Islas del Sureste Ibérico”, “Voluntariado en Flora Amenazada”, “Congresos de la Naturaleza de la Región de Murcia”, “Seminario de Fauna Auxiliar del Sureste Ibérico”, entre otras.

En el local de ANSE y por décimo año consecutivo, coordina el Ciclo de Charlas “Un mundo por descubrir” que ya se ha convertido en un clásico de la educación ambiental en Murcia.

En 2019, Alejandro Romero publicó su novela «Vientos de otoño. Montañas de ensueño» en la que refleja con autenticidad sus personales puntos de vista sobre temas como la amistad, la libertad, el amor, la familia o la relación del hombre con la montaña y la naturaleza.

«Todo cuanto he realizado lo debo a las muchas y magnificas personas que me han ayudado y que he tenido el placer de conocer a lo largo de mi vida”, nos confiesa Alejandro, uno de esos pioneros de la protección de la naturaleza en Murcia, fundador de ANSE, al que todos queremos mostrar nuestro reconocimiento y admiración.