El marcaje con GPS de una hembra juvenil de águila calzada permite recabar información biológica sobre esta pequeña rapaz que anida en los bosques del Parque Regional de El Valle Carrascoy, pero que se alimenta en zonas periurbanas.
El ejemplar marcado realizó una migración hasta Níger donde se encuentra actualmente, aunque cada vez más ejemplares de águilas calzadas no realizan la migración y pasan el invierno en la Península Ibérica.
Aguas de Murcia y la Fundación ANSE colaboran en el seguimiento y recuperación de la biodiversidad a través de un convenio que ha financiado el estudio.
Aguas de Murcia y Fundación ANSE están realizando el seguimiento mediante un equipo GPS de una hembra joven de águila calzada (Hieraaetus pennatus) nacida en el Puerto de la Cadena en la primavera de 2022. El seguimiento pretende aportar información científica que permita conocer mejor los detalles de su biología, como la migración, y proponer medidas de conservación de la biodiversidad, tales como detección de casos de mortalidad no natural por furtivismo o por electrocución en tendidos eléctricos. El marcaje ha permitido delimitar la zona de campeo o alimentación mientras permanecen en el territorio materno, y ha recogido el primer viaje migratorio de la vida de este ejemplar al Sahel, una aventura a la que ha conseguido, por el momento, sobrevivir.
Solares y zonas no urbanizadas, clave para la alimentación de la especie
Desde su marcaje (2 de septiembre) hasta el inicio del viaje migratorio (17 de septiembre) se han recogido abundantes datos del área de campeo de este individuo juvenil en el territorio materno. Según los datos recopilados, el ejemplar campeaba por unas 3.500 hectáreas, que incluyen tanto zonas forestales del Parque Regional de El Valle y Carrascoy, especialmente en el Puerto de la Cadena (donde se ubica el territorio), como zonas de pie de monte principalmente en la vertiente norte del Puerto de la Cadena (eriales y solares la mayoría). Según las posiciones del GPS, el águila empleaba como zonas de alimentación zonas no urbanizadas del entorno de las pedanías de San Ginés, Sangonera La Verde, El Palmar, entorno de Torre Guil y La Alberca, poniendo de relieve la importancia para la biodiversidad de estas zonas de interfaz urbana-natural y la necesidad de adoptar medidas (como la corrección de tendidos eléctricos) en zonas de aparente bajo valor medioambiental, como son los entornos de polígonos industriales. En todo caso, la capacidad de adaptarse a entornos periurbanos del águila calzada ya era conocida de otros estudios realizados en el centro de España.
El águila calzada es una especie preferentemente ornitófaga (principalmente se alimenta de otras aves), aunque también consume un buen número de reptiles (especialmente lagartos ocelados) y mamíferos (conejos). La mayor parte de las presas que captura son de pequeño-mediano tamaño tales como gorriones (Passer domesticus), estorninos (Sturnus sp.pl.) y mirlos (Turdus merula). Por tanto, el águila calzada es considerada una especie que contribuye a mantener el buen estado de los ecosistemas y evita los daños a los cultivos.
Un viaje de 23 días entre el Puerto de la Cadena y el Sahel, cruzando el Sáhara
El águila calzada emprendió el viaje migratorio desde el puerto de la Cadena el 17 de septiembre, tan pronto como a las 10:21 horas, recorriendo el pié de monte de la sierra de Carrascoy por su cara sur, cruzando hacia el sur hasta alcanzar la Sierra de las Moreras (Mazarrón). Campeó sobre Ramonete y llegó a sobrevolar el Lomo de Bas, pero finalmente atravesó casi longitudinalmente la Sierra de la Almenara, para saltar a Almería por La Campana-Almendricos. Sobre las 18:15 de la tarde alcanzó un pinar de repoblación del Poniente almeriense donde hizo noche.
A la mañana siguiente (18 sept) retomó el viaje sobre las 9:00 horas, sobrevolando el mar de invernaderos de El Ejido, para atravesar las montañas del litoral de Almería, Granada y Málaga hasta llegar a los Montes de Málaga (próximos a la ciudad de Málaga) sobre las 16:30 horas, lugar donde pasó la noche. Al día siguiente (19 sept) retomó el viaje aún más tarde, sobre las 12:00 horas, atravesando el litoral montañoso andaluz de Málaga y Cádiz para arribar a las 17:15 horas de la tarde a Facinas, cerca de la zona de Valdevaqueros-Zahara de los Atunes, aunque algo más al interior. En la zona del estrecho permanecerá tres días esperando a que las condiciones meteorológicas sean favorables para realizar el cruce a África.
A la mañana siguiente (20 sept) parece dirigirse decidida a cruzar hacia África, dirigiéndose hacia Tarifa, pero tras dar varias vueltas desiste y sube hacia el norte, pasando el día por el entorno de la ciudad de Algeciras y durmiendo en un bosque entre Guadacorte-Los Barrios. El día siguiente lo gasta en el entorno de Algeciras para dormir en una arboleda (Río de la miel) próxima a una zona residencial a las afueras de la ciudad.
A la mañana siguiente (22 de septiembre) se dirige de nuevo al Sur tremendamente decidida a cruzar a África, haciendo una aproximación sobre las 12:20 h, aunque finalmente no cruza. Media hora más tarde hace el intento definitivo y abandona la península ibérica en la Punta de la Parra, para cruzar el Estrecho de Gibraltar en un peligroso vuelo de 24 minutos que le lleva a alcanzar el puerto de Tánger, ya en Marruecos. Este es uno de los momentos más críticos de la ruta migratoria debido al peligro que supone para las aves planeadoras sobrevolar el mar. Ello provoca que en la zona del estrecho lleguen a concentrarse miles de rapaces que buscan cruzar el mar Mediterráneo por uno de sus estrechos. En total, le ha llevado 5 días el viaje desde el Puerto de la Cadena al continente africano. Una vez en África retoma el rumbo migratorio tomando dirección al Sur siguiendo la costa mediterránea marroquí, atravesando las montañas del Rif y sobrevolando la ciudad de Tetuán, para descansar cerca de Bni Brouza.
Al día siguiente (23 de septiembre) continúa con una migración muy activa hacia el sur, termina de cruzar el Rif y atraviesa el Atlas Medio hasta realizar una parada en un regadío arbolado (seguramente olivos) cerca de Saïda en la cabecera del río Moluya. Al día siguiente prosigue hacia el Sur hasta alcanzar el Gran Atlas, el cual no atraviesa, sino que lo bordea en dirección Este hacia la frontera Marruecos-Argelia, cerca de Figuig, que alcanza el día 25 atravesando zonas del desierto del Sáhara.
El águila prosigue su viaje migratorio por el desierto del Sáhara argelino pero con dirección Este hasta alcanzar Mansoura (en pleno desierto del Sáhara), donde corrige rumbo y se dirige hacia el sur, atravesando el corazón del desierto y el macizo Ahaggar (cordillera en medio del desierto) para arribar a la frontera con Níger el 1 de octubre. Una vez en el Sahel prosigue hacia el sur donde casi llega a introducirse en Nigeria, pero justo antes de cruzar la frontera toma rumbo oeste para establecerse cerca del río Níger próxima a Burkina Faso y Mali. La última señal se recibió el día 10 de septiembre, lo que indica que se mueve en una zona con poca cobertura de telefonía móvil a 2.500 km en línea recta del territorio donde nació. Una vez haya pasado el invierno y si el ejemplar sobrevive, deberá intentar volver a la Península Ibérica para reproducirse realizando el viaje inverso. Esperamos que el seguimiento nos permita conocer el destino final de este ejemplar.
Los trabajos de seguimiento del águila calzada se enmarcan en el convenio que mantienen Aguas de Murcia y la Fundación ANSE. Los trabajos de campo han sido desarrollados con el equipo de técnicos de la ANSE (Nerea Martínez, Ángel Guardiola, Ángel Sallent y Jorge Sánchez), que han contado con la dirección del experto en aves rapaces Mario León. La supervisión científica del proyecto está siendo realizada por Juan Manuel Pérez de la Universidad Miguel Hernández. Las acciones de seguimiento y marcaje contaron con autorización de la DGMN de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia
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