Se ha procedido a la retirada de los invernaderos existentes en la finca, huellas de las actividades intensivas que se desarrollaron en la reserva. Esta acción permitirá recuperar una importante superficie para cultivos extensivos de secano y ha permitido el desmantelamiento de una infraestructura peligrosa para la fauna por el riesgo de colisión.
Además, las retroexcavadoras han arrancado los árboles muertos o enfermos (almendros) de los sectores de cultivo abandonados por la elevada pendiente y se han abierto hoyos para permitir la diversificación de la vegetación en estas zonas.
Saca de almendros muertos o moribundos en los sectores donde se han abandonado los cultivos por la alta pendiente del terreno.
En estos espacios se está acelerando la recuperación de los hábitats de interés comunitario, mediante la plantación de arbustos autóctonos como lentisco, palmito, efedra, bayón, acebuche, retama, azufaifo y un largo etc.