Y después de 22 jornadas de navegación de las 40 previstas para este año, por fin, el pasado 16 de octubre, encontramos nuestro primer grupo de calderón gris (Grampus griseus), especie que no veíamos en costas de la Región de Murcia desde el 23 de agosto de 2013. El calderón gris es, junto al delfín mular (Tursiops truncatus), especie objetivo del proyecto “Delfín mular y Calderón gris en LICs marinos de Murcia y Andalucía: reevaluando su estatus poblacional en Red Natura 2000”, realizado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y la colaboración de la organización CIRCE. El objetivo principal de este proyecto es el de reunir los datos necesarios con los cuales evaluar el estado de las poblaciones de ambas especies en el Lugar de Interés Comunitario Valles Submarinos del Escarpe de Mazarrón, para lo cual se realizan fotografías de aletas dorsales para elaborar catálogos de fotoidentificación. Como gran novedad, este proyecto prevé también el marcaje de dos ejemplares de delfín mular en la Región de Murcia y Estrecho de Gibraltar con emisores satelitales para su seguimiento.

Tras tantas jornadas de navegación sin resultado con respecto a los calderones grises, alcanzado el ecuador del proyecto empezábamos a desesperar de encontrarlos y reunir los datos necesarios para poder hacer una estima poblacional de los que se dejan ver por nuestras costas. Sin embargo un solo avistamiento, aunque alentador, no era bastante ni de lejos para empezar a reunir los datos necesarios con los cuales cumplir los objetivos del proyecto. Cual fue nuestra sorpresa cuando, los siguientes cuatro días que pudimos salir a navegar, el 23 y el 29 de octubre, y el 4 y 5 de noviembre, también tuvimos avistamientos de calderón gris. Cinco jornadas seguidas de duro trabajo a bordo reuniendo datos y tomando fotografías de aletas dorsales. Esta especie es muy fácil de manejar a nivel de fotoidentificación debido a las características marcas blancas que tienen en cuerpo y aleta dorsal, cuyo origen es el tejido cicatrizal blanco que cubre las heridas que se hacen, y que permanecen prácticamente invariables durante la vida del animal. Sin embargo, reunir la información es difícil debido al carácter tímido y esquivo de esta especie, que hace que tolere poco la aproximación. Además, la costumbre de formar grupos muy dispersos y poco numerosos en los que los individuos a veces se encuentran separados entre si por más de un kilómetro, dificulta aún más si cabe el localizar a todos los ejemplares de la manada para poder fotografiarlos. Esto hace que sean necesarios a veces hasta tres horas de seguimiento para poder fotografiar apenas nueve ejemplares con un mínimo de calidad que permita usar esas imágenes en los catálogos de fotoidentificación.

Aún así, hay excepciones. El avistamiento del 23 de octubre fue extraordinario en el sentido de que se identificaron 32 ejemplares distintos, convirtiéndose en el segundo más numeroso que ANSE ha registrado en aguas murcianas y en el tercero más numeroso si tenemos en cuanta también las aguas del levante almeriense. Mostraron estos calderones también un comportamiento al que no nos tienen acostumbrados en el sentido de que durante parte del avistamiento, entre diez y quince ejemplares navegaron relativamente cerca del barco en formación bastante compacta.

Hasta el momento, se han podido analizar las fotografías de los dos primeros avistamientos y parte del tercero, siendo los resultados bastante interesantes. De momento se han identificado 29 ejemplares nuevos que no se encontraban en el catálogo de aletas de ANSE, que pasa a tener registrados 234 ejemplares en total. Más interesantes resultan las ocho recapturas que si que se encontraban en el catálogo. Siete de esas recapturas fueron ejemplares fotografiados durante el año 2011 en diversos puntos del litoral de la región de Murcia. El octavo ejemplar es el más interesante de todos ya que se trata del denominado GG_D0017 en el catálogo, avistado por primera vez el 12 de julio de 2001, convirtiéndose así en el ejemplar más longevo de todos los registrados en los catálogos de fotoidentificación que ANSE tiene para delfín mular, calderón gris o calderón común (Globicephala melas), con 14 años de registros. Presumiblemente el ejemplar sea realmente más viejo, ya que cuando se fotografió por primera vez, ya presentaba la mayor parte de las marcas que son visibles hoy día. Este individuo ha sido avistado desde aquella vez cinco veces, más incluyendo la del 23 de octubre, y no se avistaba de hecho desde la última vez que registramos calderones grises desde el Else en las costas murcianas, el pasado 23 de agosto de 2013.

Esperamos que el análisis de los avistamientos restantes arrojen datos igual de interesantes sobre esta especie, y que en los nueve días de navegación que aún quedan de proyecto podamos realizar algún avistamiento más de este fascinante cetáceo.
Como siempre, puedes seguir el desarrollo del proyecto a través de la web de ANSE y las redes sociales, como Facebook y Twitter.
Os recordamos también que si tenéis la suerte de tener un barco o de poder navegar y os encontráis con grupos de cetáceos, vuestras fotos también nos sirven para trabajar. Pasaros por este enlace y contribuid al conocimiento de estos animales.
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