Embutidos en vadeadores de neopreno, voluntarios de ANSE han implantado, esta mañana, una mancha de Scirpus maritimus en el humedal conocido como charcas de las Moreras. Esta actuación pretende mejorar el hábitat para la cerceta pardilla, una anátida globalmente amenazada que ha nidificado en la zona y por la cual ANSE viene reclamando la designación como Zona de Especial Protección de las Aves del humedal.
Esta actividad ha sido desarrollada en el contexto del proyecto «Mejora del ecosistema fluvial semiárido para la fauna amenazada» financiado por el Ministerio de Medio Ambiente.