En el marco de los seguimientos biológicos del LIFE+SEGURARIVERLINK, se ha detectado un pequeño grupo de en torno a 10 ejemplares del escaso Cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb), un árbol que se encontraba relegado en la Región de Murcia a las altas montañas de Moratalla. La población se encuentra en un ribazo lo que pone de manifiesto la importancia de los espacios de transición cultivo/bosque para la conservación de la biodiversidad.
Técnicos de la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) acompañados por alumnos en prácticas de la Universidad de Murcia han detectado un pequeño grupo del escaso Cerezo de Santa Lucía (Prunus mahaleb) en Cañaverosa (Moratalla).
El cerezo de Santa Lucia o de Mahoma (Prunus mahaleb) es un arbusto o arbolillo de la familia de las rosáceas que incluye una parte importante de los frutales (melocotoneros, ciruelos, cerezos). Se trata de una especie originaria de la cuenca mediterránea, centro de Europa y oeste de Asia, que en la Península aparece sobre todo en el norte y el Sistema Ibérico, llegando puntualmente al Sistema Bético. Precisamente, en la Región de Murcia se le suponía relegada a las montañas más frescas y húmedas de Moratalla (Sierra del Buitre, Rincón de los Huertos, Bagil y Sierra Seca) habitualmente por encima.Por su rareza la especie se encuentre protegida tanto en la Región de Murcia como «Vulnerable» según el Decreto 50/2003, como en Andalucía y en Castilla La Mancha.
La presencia de la especie en Cañaverosa resulta llamativa por diversas razones, en primer el lugar, se encuentra en un ribazo de cultivo acompañado de almeces (Celtis australis), moreras (Morus alba) y aladiernos (Rhamnus alaternus) poniendo de manifiesto la importancia de estos espacios para la conservación de la biodiversidad. Por otro lado, la zona resulta relativamente baja (unos 300 msnm) para el rango latitudinal de la especie en la Región de Murcia por encima de los 1.000 msnm. Además, la localización resulta relativamente seca para esta especie que requiere por encima de 600 mm/año de precipitación, hecho que podría explicarse por el antiguo trazado de una acequia en la zona.
El grupo encontrado en Cañaverosa cuenta en torno a los 10 individuos, uno de los cuales alcanza un elevado porte (casi 6 metros) para el tamaño habitual de la especie (frecuentemente 2,5 m). Aunque no es posible descartar que se trate un antiguo porta-injerto de cerezo, la destacada talla de uno de los ejemplares y la presencia de más individuos en la zona parecen apuntar en la dirección contraria.
El hallazgo se ha producido en el contexto del LIFE+SEGURARIVERLINK, proyecto financiado por la Unión Europea y coordinado por la Confederación Hidrográfica del Segura, que cuenta con la participación de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, ITAGRA, la Universidad de Murcia y ANSE.