Durante las últimas semanas, el trabajo de restauración de las naves salineras de Marchamalo (Mar Menor) ha experimentado importantes avances, tanto en su interior como en el exterior, y ya comienza a vislumbrarse la profunda mejora de las salinas viejas gracias a la ayuda de muchas personas y entidades, y a la puesta en marcha del Proyecto Resalar.
Hemos cambiado la casi totalidad de las cerchas de madera de la nave más grande, que albergará los tanques para investigación y conservación de bivalvos y la oficina de las salinas, en un trabajo de carpintería nada frecuente, pues no existen apenas naves con este tipo de techos en la comarca.
También hemos inyectado nuevos suelos a ambas naves, reformado instalaciones eléctricas y de agua, tratado humedades de paredes interiores, reforzado sujeción de todas las tejas, instalado suministros de agua y aire a los tanques para bivalvos,…, mientras se adaptan vestuarios y aseos para trabajadores de las salinas y visitantes.
En la parte exterior la reforma ha respetado al máximo las características arquitectónicas originales, eliminado objetos metálicos de las paredes, colocado nuevas ventanas de madera en la nave grande, eliminado paramentos de evacuación de agua rotos, sustituido algunos dinteles de puertas y ventanas,…, y aplicado un mortero blanco antihumedad en la totalidad de las fachadas de ambas naves, aunque el ambiente salino requerirá con seguridad de continuos tratamientos y mantenimiento posterior.
Las naves se están restaurando con el objetivo, no solo de recuperar la actividad salinera, si no que también una parte de las mismas albergarán tanques para el cultivo experimental de bivalvos y otra parte albergará un centro de interpretación de la sal y la biodiversidad.
El proceso de restauración, que cuenta con todas las autorizaciones administrativas necesarias de los tres niveles de la administración, se ha realizado respetando al máximo posible la arquitectura original. 30 años después del abandono de la actividad salinera, el blanco de las naves resplandece junto al manto de sal que ya empieza a cubrir la cubeta de la charca cristalizadora más próxima. Estas naves son las primeras que se restauran de las existentes en la zona incluida dentro del Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Histórico, de las Salinas de Marchamalo, que fue publicado en mayo en el Boletín Oficial de la Región de Murcia. Entre tanto, las antiguas oficinas de Salinera Catalana, el antiguo molino salinero y los grandes almacenes de sal avanzan en su estado de ruina, con grandes fragmentos de techumbres de fibrocemento rotas, muros agrietados y grafitis ensuciando muchas paredes.
Hemos elaborado un pequeño vídeo que muestra los avances también en el entorno de las salinas, y que puedes ver aquí.
El proyecto RESALAR tiene el objetivo de regenerar espacios del litoral del Mar Menor y su biodiversidad para reducir los impactos de las actividades humanas, fortalecer la resiliencia del litoral frente al cambio climático y mejorar e incrementar los servicios ecosistémicos que proveen a la sociedad. Este proyecto, que coordina la Fundación ANSE, y en el que participan la Asociación de Naturalistas del Sureste, WWF-España y el Instituto Español de Oceanografía, Centro Nacional de la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IEO-CSIC), cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), financiado por la Unión Europea – NextGenerationEU y se encuentra vinculado al Marco de Actuaciones Prioritarias para la recuperación del Mar Menor del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.