SEO/BirdLife, ANSE y WWF presentan alegaciones al documento elaborado, con más de cuatro años de retraso, por el Gobierno de la Región de Murcia.
Las organizaciones ambientales advierten que, de no modificarse, el plan no resolverá los acuciantes problemas de la zona y podría suponer un nuevo expediente sancionador para España
Mar Menor, 27 de septiembre de 2016.-, El Plan de Gestión del Mar Menor podría incumplir la normativa europea si mantiene su actual redacción, concluyen SEO/BirdLife, ANSE y WWF en sus alegaciones al documento. Las organizaciones instan al Ejecutivo regional a modificar sustancialmente las medidas propuestas. A su juicio, la actual propuesta no permitirá poner freno al colapso que sufre en la actualidad el Mar Menor y que pone en serio peligro la rica biodiversidad de una de las mayores lagunas saladas del litoral de Europa.
El Gobierno de la Región de Murcia, con más de cuatro años de retraso, ha sometido a información pública por segunda vez el “Proyecto de decreto de declaración de Zonas Especiales de Conservación (ZEC), y aprobación del Plan de gestión integral de los espacios protegidos del Mar Menor y la franja litoral mediterránea de la Región de Murcia”
Según las alegaciones presentadas por las tres organizaciones, el Plan de gestión integral de los espacios protegidos del Mar Menor y su franja litoral parte de un enfoque desfasado que no aborda la gravedad del estado de conservación del Mar Menor ni “se enfrentan a dar solución a sus problemas más acuciantes”. Al contrario, el texto “se limita a argumentar que el programa de actuaciones pretende compatibilizar los usos a los que está dedicado el territorio que rodea al Mar Menor, sin tan siquiera plantearse limitar las actividades y usos que están dejando sin futuro a la zona”. El plan indica, por ejemplo, que el hábitat principal de la laguna del Mar Menor presenta un “alto grado de naturalidad y de conservación”. Esta afirmación contrasta con toda la información científica disponible y con los propios datos de la Confederación Hidrográfica del Segura y la misma Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma.
A juicio de los técnicos de las tres organizaciones ambientales, el plan no se aviene a lo exigido por la normativa europea para este tipo de herramientas. Necesariamente, el documento debe sustentarse en una exhaustiva y adecuada evaluación del estado de conservación de los hábitats y las especies que albergan los espacios Red Natura 2000 del Mar Menor y la franja litoral mediterránea de la Región de Murcia. Además, debería determinar claramente los objetivos de conservación de los elementos que pretende proteger y, sobre esa evaluación y objetivos, establecer medidas concretas dirigidas a asegurar la conservación de las exigencias de los hábitats y las especies. El documento no refleja ninguno de estos condicionantes.
Este hecho podría incluso motivar la apertura de un nuevo expediente de la Comisión Europea a España, ya que el plan no se adecúa a las exigencias dela normativa comunitaria, algo que los técnicos de SEO/BirdLife han constatado en otros planes que -con igual retraso- se han presentado a lo largo de 2016.
España ya fue censurada el año pasado por el sistemático incumplimiento de plazos a la hora de presentar planes de gestión de espacios incluidos en Red Natura 2000, el instrumento de protección de la biodiversidad europea. Según lo acordado, estos planes debían haberse presentado en Bruselas en junio de 2012.
Olvido de especies.
Las alegaciones presentadas por WWF, ANSE y SEO/BirdLife muestran su preocupación por el olvido de acciones concretas de conservación para las especies. Algunas, como el somormujo lavanco o el zampullín cuellinegro encuentran en el Mar Menor uno de los lugares más importantes de España para la invernada, y otras están en situación grave de amenaza, como la cerceta pardilla, el avetoro, el fumarel común o la pardela balear. Recuerdan las organizaciones ambientales que un plan de gestión de un espacio protegido debe incluir medidas “para todas las especies y todos los hábitats y no solo para unos elementos clave”.
A pesar de contar con numerosas protecciones –Espacio Protegido, Humedal Ramsar de Importancia Internacional, Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Zona Especialmente Protegida de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM)- el Mar Menor languidece y, con él, su valiosa y singular biodiversidad. En la actualidad, está sometido a un gran número de amenazas que han roto su delicado equilibrio. La zona sufre la saturación urbanística, que ha provocado la desaparición de la mayor parte de sus arenales; los efectos de la contaminación agrícola que ha colapsado la funcionalidad de la laguna; o cambios en su salinidad tras apertura de canales al Mediterráneo que han propiciado la aparición de especies invasoras.
Inexistente integración con la planificación hidrológica.
Las organizaciones conservacionistas consideran que el Plan publicado no puede ser considerado como un documento paralelo a la Planificación Hidrológica. Si se aprueba en su forma actual, será imposible integrar las necesidades de los espacios Red Natura 2000 en el Plan Hidrológico de la cuenca del Segura. Por ello, las tres entidades demandan que el plan se conciba como una herramienta clave dentro de una apuesta de conservación mucho más amplia y definida, en la que tanto la planificación hidrológica como la agrícola jueguen un papel fundamental. En este sentido, los conservacionistas entienden que se dejan de lado las necesidades de gestión hídrica más urgentes. Además, estiman que la información sobre estado de conservación, objetivos de conservación y medidas deben definirse con más detalle para que realmente puedan ejecutarse de forma integrada al Plan Hidrológico del Segura y no se hipoteque el futuro, ya de por sí incierto, de este importante humedal.