La Asociación de Naturalistas del Sureste ha solicitado formalmente a la Consejería de Turismo, Cultura y Medio Ambiente copia de toda la información administrativa de las obras de dragado que se están desarrollando en el Mar Menor. ANSE considera que las obras resultan inútiles a efectos de revertir el proceso de degradación del Mar Menor y van asociadas principalmente a una mejora puntual de las playas y no a una regeneración ambiental. Igualmente, la Asociación considera que no han sido sometidas a una adecuada evaluación ambiental como correspondería por afectar a un espacio de la Red Natura 2000 y lamenta que, según se anuncia en las propias obras, se estén derivando fondos europeos de la Red Natura 2000 a actuaciones de carácter exclusivamente turístico.
La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) ha remitido un escrito solicitando, en virtud de la Directiva de acceso a la información ambiental Directiva 2003/4/CE , toda la información administrativa relativa a las obras de dragado que se están desarrollando en Los Alcázares, Los Urrutias y Los Nietos (Mar Menor).
Como en ocasiones anteriores, la Asociación recuerda que los dragados no sirven para mejorar el estado de conservación de los fondos, e incluso pueden contribuir a una mayor degradación. ANSE ha insistido ante la Comunidad Autónoma que resulta imprescindible actuar sobre los puertos deportivos para reducir el problema de algunas de las zonas de acumulación de fangos, ya que las carreteras de acceso a los mismos impiden la circulación del agua y favorecen el depósito de sedimentos, acentuada por la misma construcción de los puertos en zonas con muy escasas corrientes.
Las obras de dragado se asocian en parte a mejoras puntuales (y probablemente temporales) de zonas de playa con el objeto de “recuperar” la imagen del Mar Menor de cara a la campaña de vacaciones de Semana Santa, sin que se haya resuelto los problemas de fondo del Mar Menor que se relacionan principalmente con la llegada de nutrientes. Paradójicamente, esos fangos pueden estar contribuyendo a la digestión del exceso de nutrientes y de materia orgánica que ha recibido el Mar Menor, principalmente procedentes de la agricultura intensiva.
Técnicos de la Asociación han visitado las zonas de actuación donde se ha comprobado afección a praderas de Cymodocea nodosa, especie incluida en el listado de Especies Silvestre en Régimen de Protección Especial y configuradora de un hábitat de interés comunitario. Además, en la zona de actuación visitada se conoce la presencia de fartet (Aphanius iberus), diversos sygnátidos entre los que se encontraría el caballito de mar y el gobio (Pomatoschistus microps). También se han visto afectados bancos de arenas de las orilla empleados por diversas aves del Anexo I de la Directiva Aves como gaviota picofina (Larus genei) y garceta común (Egretta garzeta).
Los técnicos de ANSE han comprobado como la construcción de balsas de decantación de sedimentos y el trabajo de diversa maquinaria asociada a la draga elimina cualquier resto de naturaleza de las orillas de las zonas de actuación.
ANSE realizó diversas consultas sobre este asunto en la reunión del Comité de Participación Social del Mar Menor, y los representantes de la Comunidad Autónoma han reconocido que aún no está previsto actuar sobre las infraestructuras portuarias. Resulta muy preocupante que desde la Comunidad Autónoma se planteen unas medidas experimentales que dan cobertura a un dragado encubierto dentro de un espacio de la Red Natura 2000, con posible afección a hábitats de interés comunitario, sin actuar en el origen del problema. Todo esto se ha realizado sin dar cumplimiento adecuado al artículo 6 de la Directiva Hábitats.
Como el dragado no ha sido sometido ni a información pública, ni a evaluación de repercusiones, la Comunidad Autónoma se ha valido de la participación de algunas entidades del Comité Científico como justificación y garantía para abordar el proyecto, pero sin pasar por el Comité plenario del mismo y comunicándolo al Comité de Participación Social 24 horas antes del inicio de las obras. Esta maniobra constituye a nuestro juicio una evidente falta de respeto a los componentes de ambos órganos de participación y muestra el alcance que pretende darse a la participación social y al asesoramiento científico en al recuperación del Mar Menor.
Para un mayor despropósito, la Asociación ha mostrado su sorpresa por el posible uso de fondos europeos destinados los espacios protegidos para la realización de estos dragados, pues tal y como apunta la cartelería instalada en la zona de obras, la actuación se enmarcar en la «Limpieza y Mantenimiento Ecológico del Mar Menor» que incluye los logos del «Fondo Europeo de Desarrollo Regional» y de la Red Natura 2000.
Igualmente, ANSE ha mostrado su oposición a la construcción de varias rampas de acceso de embarcaciones al Mar Menor hasta que no exista una normativa que regule el uso de barcos a motor en la mayor laguna litoral española, que cuenta con 10 puertos deportivos en sus aguas con capacidad para unas 4.000 embarcaciones, más unas 2.000 que se calcula fondean en sus aguas durante el verano. ANSE opina que los puertos existentes podrían ser suficientes para canalizar el acceso de embarcaciones para actividades diarias sin necesidad de crear nuevas infraestructuras, que facilitarán la llegada de más barcos a motor debido a que no se regula ni limita el tipo de embarcaciones que accederán a través de estas nuevas rampas.